El decálogo de un buen profe de inglés para niños

El decálogo de un buen profe de inglés para niños

Ser profesor de inglés de niños puede ser tremendamente gratificante, pero no es una profesión tan fácil como puede parecer desde la distancia. Y es que el día a día de un profesor de infantil no se basa solo en juegos; hay mucho trabajo detrás.

En este artículo hablaremos de los 10 aspectos fundamentales que nuestros profesores de inglés de infantil tienen muy claro a la hora de afrontar las clases con sus alumnos:

 

1º: Debe amar lo que hace

 

Como en muchas otras profesiones, sentir pasión por tu trabajo es una de las claves del éxito a la hora de desempeñar correctamente tu trabajo.

Cuando buscamos nuevos profesores para nuestros centros, buscamos profesores que estén preparados a enseñar a los más pequeños con todo lo que esto implica. Con los niños se dedica mucho más tiempo a poner orden en la clase y a evitar distracciones o que los alumnos se sientan aburridos. Así que hay una gran diferencia entre darle clase a ellos y dar clase a adultos.

 

2º: Debe preparar bien sus clases

 

Un buen profesor de inglés para niños nunca debe cometer el error de ir a su clase sin ideas, pensando que ya se le ocurrirá algo sobre la marcha. La preparación es esencial, sobre todo porque tienen que apoyarse en diferentes materiales, como tarjetas, dibujos para colorear, manualidades, grabaciones, videos de canciones…..

 

3º: Debe ser flexible

 

Aunque el profesor tenga su clase perfectamente preparada para cada día, puede que algunos días, por el tiempo, el cansancio o algo que haya pasado en el cole o en casa, los alumnos no estén receptivos a la clase que tiene preparada el profesor. Por eso un buen profesor siempre tiene a mano un plan B, C o D con el que animar a sus alumnos y fomentar su aprendizaje.

 

4º: No debe dejar que sus alumnos se aburran

 

Los niños tienen mayor facilidad que los adultos para aburrirse, y si lo hacen en clase, dejarán de prestar atención a lo que ocurre a su alrededor, y no aprenderán nada.

Para captar continuamente su atención, un buen profesor no se centra únicamente en hacer payasadas, ya que están en clase para aprender, no para que los entretengan. El objetivo de nuestros profesores siempre es hacer que aprender inglés sea divertido.

¿Y cómo lo hacen? Pues variando a menudo las actividades que se realizan en clase. Si llevan un tiempo sentados, la siguiente actividad requerirá algo de movimiento para que estiren las piernas un poco. O en lugar de trabajar únicamente con libros de texto, aprendemos inglés fijándonos en objetos a nuestro alrededor, como los muebles de la clase, o la ropa que llevamos puesta.

 

5º: Debe optimizar las oportunidades para practicar el inglés oral

 

En la adquisición de su lengua materna, los niños llevan años experimentando con el idioma antes de leerlo y escribirlo; por lo que en el aprendizaje de un segundo idioma, es imprescindible fomentar que los niños practiquen hablándolo el mayor tiempo posible, antes de que puedan ir más allá con su aprendizaje.

Para ello, las clases se centran en ofrecer a todos los alumnos muchas oportunidades para dirigir a sus compañeros en actividades y canciones rutinarias; algo que les encanta. Además trabajamos para que los niños crezcan en confianza, y tengan la oportunidad de hablar en inglés entre ellos, ya sea con toda la clase, en grupos pequeños o en pareja.

 

6º: Debe de contar con toneladas de materiales e ideas educativas

 

Como ya hemos comentado, la variedad es clave para garantizar la atención de los niños, y por tanto el éxito de su aprendizaje de inglés. Por eso es muy importante que los profesores acumulen una gran variedad de materiales, que puedan usar y adaptar para cualquier actividad que vayan a realizar con los niños en clase.

Pero, además de materiales concretos, debe tener una gran variedad de ideas para utilizar estos materiales de forma eficaz. Para ello nuestros profesores asisten a formación a lo largo del año, para mantenerse informados de los nuevos métodos y tendencias de enseñanza, y para compartir con sus colegas ideas que han tenido éxito en sus clases.

 

7º: Debe tener en cuenta que no todo es jugar

 

Las clases de inglés en niños pueden parecer muy divertidas, pero su objetivo no es ni divertir ni entretener a los niños a secas. Cada juego o actividad que realizamos responde a un objetivo específico de aprendizaje. Aunque pueda parecer desde fuera que los niños sólo están jugando en clase de inglés, estos juegos están muy bien pensados por sus profesores, y ayudan a los alumnos a aprovechar al máximo sus horas de clase de inglés.

 

8º: Debe adaptar su clase a un contexto

 

Cuando preparamos las clases en ELI, lo hacemos en base a los objetivos de aprendizaje que marcamos en nuestro plan de enseñanza anual. Todo lo que los niños aprenden en clase - vocabulario, gramática, expresiones - está siempre encuadrado en el contexto de un objetivo de aprendizaje concreto.

Por ejemplo, si tenemos como objetivo enseñar a los niños conceptos sobre comida en inglés, lo haremos basándonos en una actividad relacionada con ese tema, como la recreación de una cena en casa. Y nunca damos a los niños un simple listado de conceptos que deban estudiar o memorizar, ya que con este método, el aprendizaje tiene lugar de manera natural durante el juego, sin que el niño sea apenas consciente de que está aprendiendo.

 

9º: Debe mantener una relación estrecha con los padres

 

La principal diferencia entre tener alumnos adultos o niños, es que en el caso de niños, no sólo tratamos con ellos, sino también con sus padres.

Cada vez somos más conscientes de que los padres que apuntan a sus hijos a clases de inglés, es porque apuestan fuerte por su futuro, y quieren lo mejor para ellos. Por eso no es de extrañar que sean personas muy inteligentes, con altos niveles de curiosidad, y que quieren conocer todos y cada uno de los detalles de lo que hacen sus hijos en clase.

Y por eso un buen profesor siempre debe informar a los padres de los objetivos académicos de la clase, así como del progreso de su hij@. El profesor también sirve como apoyo a los padres que participan activamente en el aprendizaje de inglés de sus hijos, fomentando que lo que se aprende en clase, también se practique en casa.

 

10º: Debe mantenerse informado de lo que les gusta a sus alumnos

 

A medida que los niños van creciendo y pasando a la fase pre-adolescente, las actividades que antes les entusiasmaban ya no captan su atención del mismo modo. Por lo que los profesores que tienen alumnos de esta edad se preocupan por conocer qué es lo que les gusta a sus alumnos.

¿Son fans de los Gemeliers? ¿Leen la saga de libros de Harry Potter? ¿Ven todos los partidos del Sevilla? Quizá redactar una entrevista a su jugador/cantante/escritor favorito les es mucho más entretenido que hacer ejercicios sobre condicionales.

 


 

Los momentos que nos dan nuestros alumnos más pequeños compensan con creces todas las dificultades o desafíos que presenta el dar clase de inglés a niños de esa edad. Nuestra misión es asegurarnos de que el inglés no es una asignatura más, sino una experiencia positiva, que recordarán con una sonrisa en el futuro. Queremos que nuestros alumnos se diviertan aprendiendo, ¡y nosotros nos lo pasamos pipa enseñándoles!

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