La televisión llegó a nuestros hogares a mediados del siglo XX, y aún en pleno siglo XXI sigue siendo el epicentro de nuestro salón; una manera de entretenernos y evadirnos, tanto los adultos como los niños.
Uno de los formatos más populares actualmente son las series de televisión: tienen la ventaja de ser de corta duración, pudiendo haber series con episodios independientes, o de episodios que vistos uno tras otro cuentan una trama con más profundidad que una película.